domingo, 8 de junio de 2014

Y entonces me di cuenta de lo realmente difícil que es cambiar... incluso el infierno es cómodo una vez que te estableces ahí.
Sólo deseaba que lo adormecido dentro de mí saliese...
No importa cuán jodido estés, siempre está ahí cuando vuelves a caer. Lo gracioso de todo ésto es que, todo lo que quería, ya lo tenía.
Hay atisbos de cielo cada día... en los amigos que tengo, la música que hago, el amor que siento...

     Sólo era cuestión de empezar de nuevo.